En
sentido estricto, la tendencia homosexual no se puede considerar una
enfermedad. El sujeto está sano, en cuanto no ha sido víctima de un hecho que
en un determinado momento le haya trastocado su equilibrio. La homosexualidad
es más bien una variante que se sale de la regla –es decir, anormal– de la
orientación sexual. En cuanto tal, la homosexualidad tampoco es una elección,
sino un estado en el que por diversas razones la persona se halla, y del que
toma conciencia en alguna etapa de su vida. En efecto, “la homosexualidad,
entendida como estructura, se sitúa en la construcción de la personalidad mucho
antes del
despertar de las elecciones libres y la responsabilidad personal” Nadie elige
esta condición: “La situación sico-afectiva que consiste en tener tendencias
homosexuales no es jamás el resultado de una elección. Es menester ser
absolutamente categórico sobre este punto”.
De
hecho, la persona “se descubre” homosexual. Es decir, en el contexto de su
desarrollo sicológico y afectivo se reconoce atraída hacia personas del mismo
sexo y siente que ello constituye un salirse del orden: un desorden.
Habitualmente las personas homosexuales han vivido esta situación de modo
tormentoso, con reacciones depresivas y presentando ansias y sufrimiento ante
el descubrimiento de su tendencia.
Otra
aclaración de importancia es que la tendencia homosexual no es una perversión,
puesto que las perversiones se relacionan con los comportamientos que buscan
transgredir normas, y no es legítimo suponer que una persona con tendencia
homosexual vaya de suyo a hacerlo. Desde esta perspectiva, la tendencia
homosexual es un desorden que escapa a todo juicio moral porque carece del
elemento cardinal para ser imputable: la libertad. Como en la tendencia
homosexual no hay libertad, no hay tampoco culpa.
Tomado de:
Chomali, Fernando. 2008. ALGUNAS CONSIDERACIONES PARA EL DEBATE ACTUAL ACERCA DE LA HOMOSEXUALIDAD. Antecedentes científicos, antropológicos, éticos y jurídicos en torno a las personas y las relaciones homosexuales. Pontificia Universidad Católica de Chile.
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